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Foto del escritorSabina Peskin Coach

¿Cuál fue la última vez que te sentiste visto en el trabajo?


¿Te sientes visto en el trabajo? ¿Alguien te reconoce como ser único: lo que quieres, tu camino recorrido, lo que valoras y lo que necesitas mejorar?


He estado leyendo el libro "Cómo conocer a una persona" de David Brooks. El autor dice que, como seres humanos, deseamos ser vistos.


Aunque anhelamos que noten nuestra singularidad, cuando alguien nos hace una observación, a menudo nos produce rechazo. No importa cuánto se esfuerce el otro, siempre será un recorte parcial de lo que somos y de lo que es relevante para quien observa. Además, muchas veces ocurre en un momento en que no la estamos buscando.


¿Qué podemos hacer con esta limitación al compartir retroalimentación?


Cuando recibimos feedback, la compasión por la acotada percepción nuestra y del otro es un paso. Es pragmático para nuestro desarrollo profesional recibir recomendaciones. Al mismo tiempo, es útil recordar que no definen nuestra identidad ni reflejan completamente nuestra particularidad. Con suerte muestren ciertos destellos de ella.


Cuando damos feedback, tener presente que el otro puede no enfocarse en lo que queremos o que puede mirarlo distinto. Es clave tomarnos el tiempo para considerar múltiples dimensiones y no caer en lo que detectamos automáticamente. Una buena práctica puede ser pensar hacia dónde quiere ir la persona, dónde está, qué valora y qué precisamos de ella ahora. Es decir, empezar preguntándonos qué nos puede servir a ambos para trabajar mejor juntos.


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