La palabra "confianza" a menudo se enmarca como un objetivo a alcanzar. Muchos nos encontramos atrapados en un bucle agotador y frustrante: necesitamos confianza para ganar confianza.
Nuevos desafíos
En lugares donde sentimos que dominamos las competencias necesarias, es fácil estar cómodos. Sin embargo, cuando probamos algo nuevo, es natural cierta inseguridad. Pero esto no significa "no puedo hacer esto hoy al 100% y se requiere que haga esto hoy al 100% de las expectativas", sino "siento que todavía estoy aprendiendo". Hay quienes se sienten intranquilos aún teniendo las competencias necesarias para un reto, ya que nunca son suficientes según sus propios estándares. Y nos compramos estándares de no se sabe bien quién o de cuándo.
Convivir con cierto miedo
¿Qué pasaría si aprendiéramos a convivir con cierto nivel de miedo? Imagina ir a una reunión importante y tener un poco de nervios. Esa pequeña dosis de nerviosismo puede ser un recordatorio de que estamos saliendo de un ámbito conocido y que aprenderemos algo en el camino. En lugar de pelear con esas señales, podríamos utilizarlas como motor para nuestro crecimiento. No es lo mismo, “no sé hablar lo suficientemente bien en reuniones y por eso no soy quien para hacerlo” que “no sé hablar lo suficientemente bien en reuniones y voy a practicar expresarme un poco más ordenadamente la próxima” .
Preparación vs adaptación
Muchas veces, lo que realmente tememos son las consecuencias de no comportarnos como querríamos. Entonces, ¿cómo nos preparamos para posibles escenarios y cómo nos adaptamos cuando las cosas no salen como planeamos? “OK, esto no salió como esperaba, ¿qué puedo hacer ahora?” o mejor “‘¿qué podemos hacer juntos ahora?”. ¿Y por qué digo mejor? Es frecuente que estemos ensimismados cuando sentimos esa falta de confianza en nosotros mismos, perdemos conexión con quien tenemos delante y nos perdemos la oportunidad de co-construir lo que va a pasar en el siguiente rato.
Confianza en el vínculo
Es aquí donde entra la importancia de generar vínculos con nuestros interlocutores. La clave es crear un entorno en el que ambos nos sintamos más cómodos y un poco más confiados. En lugar de enfocarnos solo en "mi" confianza o "tu" confianza, se trata de construir una compartida. Al establecer conexiones auténticas, es posible reducir la tensión y fomentar un espacio propicio para nuestro intercambio.
Ajustar los tiempos de los estándares
Por otro lado, están los estándares. En un mundo donde las expectativas pueden ser abrumadoras, es crucial recordar que los estándares deben servir como guías, no como fuentes de presión implacable. Los estándares son importantes para el desarrollo y la excelencia, pero cómo los interpretamos y cómo impactan en cómo nos sentimos puede variar. También sirve dosificar los estándares. ¿Dónde quiero estar en 1 semana, 1 mes, 6 meses en esta competencia y qué puedo hacer para avanzar?
Lo que sí es importante recordar es que todo lo que implique el desarrollo de una habilidad va a requerir práctica, horas de vuelo. Huir de atravesar esas situaciones porque les tenemos miedo no nos va a ayudar a mejorar. Ahora bien, podemos probar en situaciones más controladas, con menos factores que nos alertan e ir incrementando el reto de a poco.
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